sábado, 19 de septiembre de 2009

No hay otro cielo que regrese

Ya no, no hay otro cielo que regrese. Ya no existe dulzura momentánea desde el amanecer.
Donde giran mis anhelos, tras el crepúsculo, no hay nada.
Y se cierran esos ojos negros que lloran sin cesar, en esa boca se consumen todas las palabras que quise decir.
Aquel viajante de penas y dudas se lleva mi cordura, se lleva la satisfacción de una superficialidad inquebrantable. Se acaban los placeres sin sentido, son los sinsabores de tus besos que congelan mi sangre.
Toda la razón de mi agonía eres tú, en toda ocasión de mi demencia siempre estarás tú.
Mis laberintos de intentos fallidos culminan con el desastre ya que al final todo será inalcanzable.
Cada gota de lamento serán deseos sin mañana, serán mis manos vacías, mi cuerpo inerte con ganas de ser amado.
Todo el pensamiento desganado ruega a la noche inútil consuelo entre los sueños; sentir el descanso de la memoria agrietada por los años.
Ya no hay otro cielo que regrese.
Sólo hay ecos sin esperanza, solo queda el alba que no tiene futuro, la mirada triste.
¡Mi tierna malicia!, que me acompaña hasta el fin, que tiene prejuicios; que nada le importa más que su vida.
Miénteme un abrazo, pero permanece aquí. En sólo desearte se nos van las horas.
Finge que te acuerdas de esta piel que alguna vez te siguió, porque ya no…no hay otro cielo que regrese.
He cambiado a la hermosa madrugada, he dejado mi ingenuidad temprana por un vago atardecer…

19/enero/06

lunes, 14 de septiembre de 2009

LA TARDE TAMBIEN SABE

Los caballos parece que se alejan; pero en la noche regresan con las intrigas a despertar a esta ánima.
A este hálito que ha probado la amargura de la muerte. Es esta carne que no se reconoce, que es una caja que ya no goteaba, son las pupilas que derraman vanidad al infinito y su rival eterno es el reflejo.
Deja que la ficción se vaya con las criaturas de fuego, que la sonoridad de tus labios se refugie en las olas saladas y efímeras.
El polvo del apetito a la experiencia envuelve el alma de mi lozanía.
Soy aquel ente que deja sus ideas a la belleza humana y recorre cada estructura del universo.
La ira única muere por razones frías. Los celos de mis ojos se quedan en el humo perpetuo que nada le pide a mi compañía; como las manos de la espera que vaga por los pasillos de las palabras.
Aquel amanecer me pertenece por siempre y las miradas viejas de mis anhelos, ya que la voz atrapada sigue merodeando en las migajas de mi obsesión.

15/sep/05
DIANA RODRIGUEZ DOMINGUEZ

domingo, 13 de septiembre de 2009

Memorial

Un temor de fuego
Se me queda para siempre.
Yo no estuve antes de que
Despertara de su mentira.

¿Por qué no se habrían de
Suicidar mis pensamientos?
¿A sentir este impacto estridente
En honor a las heridas?

Ya mi único recurso es esconderte
En las paredes de un sueño
Y maldigo nudos en la garganta
Porque ya no tiene sentido.

A veces me rindo porque me lleven a tu lado.
A veces caigo en las trampas que me ponen los lamentos.
A veces lloro; siempre es inútil.

¿Qué hecho yo para merecerte?
Nunca sentí, nunca volví, nunca te esperé…

16/octubre/07

sábado, 12 de septiembre de 2009

Apenas sobra el desierto
Donde lloran las penas
De un tiempo sublime
Cuando te fuiste…

Muere el descaro de mis ojos
En cada parte de mi anhelo
Cuando te estoy pensando…

Hazme un espacio en tu afrenta
Que yo te guardo las estrellas
Para sentir esos besos viejos
Que determina mi derrota.

La memoria no entiende de tiempo
Ni de nada…
En la ausencia de tus fantasías
Y que no me verán cuando me destruyan.


15/noviembre/08

SUEÑOS DE NADA ( trilogía )

DESDE MI MUNDO 10/AGOSTO/09


¿Cómo hacer para llegar a tan sólo un suspiro de tu tiempo?
Siempre mi multitud quiere tu espacio cuando te conozco.
Busco y busco pedazos de segundo para llorar más derrotas porque nadie me encuentra; mas te encuentro yo y no cambia la decepción de una corazonada suspendida.
Y mi edad me alcanza con sus garras, en donde no te puedo esperar si no me miras.

¿Cómo hacer para llegar a tus labios?
Cuando no tengo la certeza de que un día tú me quieras.
Cuando el memorial de mi piel en ti se hace atmósfera de un recuerdo que me sirve en cada uno de tus besos.
Mantengo mis deseos y el “hubiera” bajo el romance de un absurdo que culmina cuando no sabes lo que quieres.
M e alimento de un fantasma en las horas que te pienso. Intrigando en tus quehaceres aun rescato esa duda de saber si me imaginas. Pero al fin caigo en la ironía y me destrozo de entender que para mi inocencia en tu guarida no hay existencia.

Mas tengo esa dicha de extrañarte desde mi mundo, de soñarte despacio, de abrazarte en silencio y de buscarte cada día.

Sólo queda la ausencia que destaza mi pregunta: ¿Cómo hacer para llegar a ti?

Lo que soñé
12/09/09


Una promesa inexistente que nada me ofrece es sufrir porque lo patético de mi suerte se burla de mis impulsos a carcajadas. Cuando entendí que los silencios nos estorban y que nada de esto se parece a lo que soñé, fue mi ruina.

Pero no se si estoy contigo, si sueño contigo o si me dejas en el fin de tu fuerza con la que enfrentas tus palabras que se quedan en blanco, y sí, que se quedan en tu voz solamente. Alguna vez lo viví pero no fue tan cierto como cada instante en el que te robas mi memoria y lo cambio por un susurro de parecer que tú tampoco me olvidas.

Yo... ¿yo qué soy? una esquina reservada en tu mundo para no perderme de vista, y lo que soñé es tu sonrisa entregada como se entrega el nombre de cada una de mis percepciones.
Pretender quedarme en tu terreno es mi hazaña, también que rompas las ventanas de lo irracional sólo queriéndome…y sólo robas mi poesía.

Lo que espero si sigo esperando es un deseo que se desvanece antes de mi mañana, un torpe fuego en las entrañas que nada le pide a tu disposición. Y no hablemos de fronteras que puedan desvirtuar lo que aun saboreamos y que son mi amenaza si algún día no nos encontramos.

Lo que soñé es la aventura de una devoción insólita en mi tiempo, dejando las murallas que nos consuman en la lejanía sin intención. Una intención derramada en agonía que podría traspasar el consuelo de tus besos.

El destino que juega con mi expectativa es la consecuencia de imaginar lo que nunca habré de tener, si prevalezco en el ridículo intento de irradiar.

Todos los propósitos inventados seguirán fabricando historias de fantasmas que te dedican mi melancolía cuando siempre desaparezco llevándome lo que soñé.





Terminal 29/ago/09
29/ago/09


Aun sin vernos morimos en la pena de estar solos, yo siempre pienso que mi aire sería más puro si respiro a tu lado. Las ideas se cortan hasta llegar a este pedazo de sonrisa que caduca por razones inofensivas. Sólo tengo palabras que duran y duran, y aunque nunca las conozcas, yo se, que son para ti.

¿Por qué persisto en la fantasía terminal de un momento? No me encuentro ni un segundo, y estoy aquí…saldando versos al vacío, extrañando la ironía de que existimos.
Yo ya veré si me destruyo…pero, ¿qué será de ti?

Cualquier pretexto es bueno para no amar; nunca había visto tantas batallas en un solo cuerpo. Esas batallas que yo no elegí y que se enfrentan en cada nostalgia con la condición de que me extrañes.

Seguimos vivos, aun sin vernos el tiempo se desgasta y la promesa es polvo porque estoy ahí sin estar, porque te llamo sin hablar, porque no necesito dormir para entender que esto es un mal sueño…

Conformarme con esquinas de tu espacio sería mi delito; vivir de lo que envejece cuando me cuentas de cuánto te importan mis ganas es morir con las manos vacías.

Y es así contigo, dándole la bienvenida al final si haberlo intentado, dando pie a la desilusión sin haberme ilusionado. Presumir de un abrazo y un “te quiero” que se resumen en una historia de nada.

Nuevamente me convoco a la paciencia de que alguien me piense, estúpido sería esperar tanta suerte en toda esta mentira, mejor retiro mi voluntad para que juegue con la alegría de mis años. Sin zozobras y sin segundos.

Aun sin vernos, según, nos tenemos pero ¿qué tengo?, si no es más que un sentimiento incompleto, una pausa para la cordura y que siempre terminara entre los aires de una confusión.

sábado, 5 de septiembre de 2009

MIL INFINITOS

El humo que rodea a mil infinitos que enloquecen en el borde de lo caótico nubla mi aura con una irrefutable incoherencia de existir pobres y ricos.
Es una esfera partida a la mitad entre buenos y malos. Esta dualidad que persigue a la eternidad siempre termina sucumbiendo al más dichoso.
Aquellos respiros se quedan sin aliento porque el ¡mundo esta sordo!
Para nuestros rezos no hay lugar; se traiciona a nuestra humildad y nos abraza este poder aniquilante.
Ganas de asesinar a la injusticia, atrapados en un destino decadente; forjando a la voluntad que nunca es suficiente.
Ya no hay lunas que esperar, se han ido con el exterminio de ilusiones que gobierna a estos mil infinitos.
Cada sentido se vuelve polvo, cada voz se vuelve eco y queda olvidada mientras la esclavitud aún nos insulta.
¿Alguna vez existió la humanidad?, no queda más que el suicidio de mis sueños.

HOMENAJE A LA INERCIA

SON TODAS LAS SUERTES DEL UNIVERSO QUE HE ENCONTRADO UNA TREGUA EFIMERA, HE CREADO UNA LEYENDA A ESE BESO INDECIFRABLE Y VIEJO; QUE NUNCA SE REANUDA Y SÒLO ME QUEDO CON ESO.

LA HISTORIA IRÓNICA DE LA CRIATURA ATRAVIESA LA MEMORIA GASTADA, UNA MEMORIA CULTA CON SUS TORTURAS Y SUS DICHAS.

LA ESPERA INVOLUNTARIA PERMANECE, SUJETADA A LA INERCIA DE LO ONÍRICO, DE MÍ.
LAS BATALLAS CESARÁN Y YO ME SEGUIRÉ A FERRANDO A la UTOPÍA, ESTARÉ A LA EXPECTATIVA DE LO INALCANZABLE, CELEBRAMDO MIS DERROTAS Y ENTERRANDO MIS VICTORIAS.

PERO ¿QUÉ ME INSITA A LA OBSECIÓN DE TENERTE? LOS SABORES DE LA GUERRA ESTRAGAN A MIS DESEOS QUE ME IMPIDEN OLVIDARTE.

Y EN LAS SÁBANAS ENCUENTRO LA PASIÓN QUE ME QUITÓ EL DORMIR, QUE ME DEJÓ EL SOÑAR.

¿QUIÉN VIVE DE ANHELOS MÁS QUE ESTE ENTE? , ¿QUIÉN MÁS VAGA EN LA DUALIDAD RUTINARIA?

CAIGO EN LO FURTIVO, OLVIDO QUE HAY MILLONES DE LETRAS ESPERANDOME.

LA REALIDAD ABRAZA A LO MORDAZ, DEJO MIS LÁGRIMAS AFUERA QUE LLAMAN AL PROFUNDO RAZONAMIENTO DE LA NADA.

Y NO TE DIRIJAS HACIA LA SOLEDAD, VIVE EN LO ETERNO. UNA HIPÓTESIS SIN ALIENTO.
LO TRIVIAL DE LA AÑORANZA QUE ME CONSUME SIN FRONTERAS.

12 DE MAYO 2005
Diana Rodríguez Domínguez

Una herida sin nombre

La coraza es verdadera, aun en nuestras derrotas nunca olvidé tus ojos.
Salvo cada orilla de promesa que revienta en las vertientes de la tregua, en las afueras del sinsabor donde el abandono asume toda mi sangre.

Cada uno de mis pasos enfrentaba el sueño de ver tu fuego sobre el corazón inmaduro de esta buena perdición. Abraza mis heridas y quédate con ellas hasta que resbalen las reliquias y mi mente quede en blanco.

Descansa mi sombra atrapada en mis pesadillas más fascinantes en donde el impedimento se aniquila. Rompen los amargos mi muralla y la perspectiva que se cierra, que me ciega.
¿ Por qué no puedo ver más allá? Más allá de lo posible, cuando lo póstumo me tortura sin saber que estoy ahí.

21/marzo/09

SE NOS MUERE LO PERFECTO

Me dejaste hasta al final de tu gloria.
Ya no sabemos dónde quedó nuestro alivio.
Mientras muero en la locura se nos muere lo perfecto.
Siempre en la embajada de mi mente se te olvidan mis manos.
Aún con mi insaciable dolor, te pertenezco; con el coraje de mi vientre.
En los instantes llenos de penumbras mis neuronas se disputan por tu ser.
Cuando tu palabra es lejana y agoniza en reproches, hace derramar la sangre del corazón.
Y no encuentro en qué momento dejé de ser yo…
Porque para mi soledad no existen testigos; para mi insomnio sólo hace falta la explosión del pensamiento. Sólo basta mi ofuscación para condensar los fantasmas condescendientes.
Es de tus ausencias la histeria pura que desciende hasta romperme la espina dorsal.
Estas sospechas enfermas me conquistan porque nunca adivino de qué se alimenta tu ego. Todos tus deseos orbitan en una interrogante: ¿por qué habría yo de combatir las secuelas de lo intangible? Cómo afirmaré que esta maldición compite con el infierno…
Tu pasado decadente no lo entiende mi razón. Esperar un nuevo sol es comprender que mi culpa se revela en tus errores y me estrangula la compasión de respirar aquel nombre irreversible; ese nombre que carcome mi lengua y desenfrena mis oídos.
Es cierto que tu paciencia se desvanece ante mi obstinación, porque mientras muero en la locura, se nos muere lo perfecto…

21/mayo/2007

IMPERDONABLE

Hoy ya no hay nada que perder; la zozobra se ha llevado mi tiempo. He vuelto a instalarme en soledad.
Mi calma esta hecha, mi cuerpo sana de mis errores y lejos de tus mentiras.

Se suspende esta demencia inolvidable en mi inconsciente y cómplice en mis pesadillas.
Mi cabeza emigra al fin del insulto, con los ojos de fuego que se fundieron en un suspiro.

Hoy ya no te extraño, se ha ido mi mente. Todo el coraje que se envuelve en amargura queda en los días de contento.

Mi pensamiento de noche que me cuenta acerca de tus reproches, de tus hazañas para no descubrirte, de tus ojos, de tu historia, hace fortalecer mi negativa.

Hoy ya no hay más oportunidad que la que le brindo a mi mirada de vivir sin tu horizonte; de consolar a mi memoria que aun no sabe nada de lágrimas.

Hoy ya me despido; lamentando el no haber importado cuando la inercia; y ahora me miras cuando me voy, recibiendo homenajes cuando estoy triste…cuando perdiste…

No hay cielo para tu furia que renovó mi desgracia, nublando mis celos en un impulso tuyo para este ataque al corazón…

Rozando el abismo de la desilusión, aun así, mis venas tienen el perdón… no lo dan. Quebrando siempre por alcanzar tu orgullo terminé siendo nada.

En el filo del dolor me consuelo con mi pena y con saber que nunca había existido, nunca para tu voz…

Te dejo mi intensión carcomida y haré como que te olvido para no pensar que solamente te olvidaste tú…….

EXISTENCIAL

¿Que quién soy yo?
Batallas no finitas que se toleran a costa de una contradicción, una contradicción imperdonable en mis adentros. Un recuerdo perturbador en la cúspide de mis lamentos.
Una lágrima fallida ante la ineptitud: mis errores consumados. Un disfraz exonerado entumeciéndose al temor de sus aliados. Una obsesión inexorable por convicción.
Una pared en añicos contra este egocéntrico mundo material, al borde de lo irreversible.
Una ira postergada para lo absurdo.

Y es que así es en mí…

Una poesía mal concebida por un golpe brutal en aquellos descalabros.
Un ansia en la sangre con una existencia rota.

¡Delirio, esa es mi maldición!

Un corazón de fantasía con conveniencia y venganza en donde su opinión no es escuchada. Una obsoleta inconformidad sin respuestas.
Una hipótesis de ese fantasma exasperante que, en su respiración, fue suspendido en el tiempo.
Una esperanza, posiblemente ingenua, pero entrañable.
Un silencio donde gotean las ideas.
Un cólera sin refugio más que la torpeza de cada día, una cabeza imbécil sin absolución.
Una palabra definitiva de nunca volver a confiar.
Un estallido ensordecedor de enfermedad.
Una voz más. Eso, soy yo…

DULCE FINAL

Una victoria hecha pedazos de opresión que evoca a ese llanto rutinario;
antes un respiro exiliado en lo más recóndito de mi cuerpo.

Un estúpido susurro de conveniencia
Que cada noche arrullaba anhelar lo perdido.
Ahora vuelve a mí un sol indomable que
protagoniza este dulce final.

Gracias a ti, esperanza, me salvaste de mis huesos
Y se ha ido el más valiente de los verdugos.
¿ cómo explicar esta sanación?, ayer fue horizonte
desganado; hoy un cementerio de infiernos casi invencibles,
ya que el trago amargo que resucita en mi cabeza no es mas
que un recuerdo que me condena a la herida; algo imposible
de olvidar.

Un pedazo de historia que me supera y me hace despertar.
Mañana es y será un desierto de traiciones.
Y me ha faltado corazón que pueda alcanzar para toda esta suerte.

Se fue el destino inconcebible.
Queda impregnado un impacto en mi conciencia;
se suspenden los errores.

Muere en mi la pena poco agotable, ya que
ahora vuelve a mí un sol indomable
que protagoniza este dulce final…


DIANA RODRIGUEZ
22/DICIEMBRE/2006

EL PÉNDULO

Con las cadenas de un tiempo irreversible, las tentaciones y las promesas conspiran contra el cielo.
Sombras de lo agridulce que carcomen a la memoria.
Nadie me salva de esta eutanasia, todos emigran por el olvido.
Y cada día observo aquel péndulo, ese momento de desesperación, una extraña paranoia que se envuelve entre mi destino y lo fugaz.
Vuelvo a caer en ese arrebato latente que desprende palabras sutiles al verte. Pensando estoy, inventándome otra calma, el suspenso palpitante que dejan tus neuronas exasperantes.
Y siempre es la misma historia. Ese momento de sinsabor y de razones desiertas junto al instante del alma abierta a que es mejor no existir…
Ese péndulo que juzga y juega con la pasión de vivir o morir; de esperar o renunciar; de derramar la sangre o sumergirse en un mar de fuego…


Diana Rodríguez Domínguez
01/agosto/06